Revisión narrativa

Seroprevalencia de Toxoplasma gondii y su relación con trastornos mentales en adultos

Resumen

El Toxoplasma gondii es un parásito que se encuentra, aproximadamente, en el 30 % de la población humana. Durante los últimos años se ha evidenciado que la infección latente puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales; particularmente para la esquizofrenia, ansiedad, trastornos bipolares y trastornos de conducta. La asociación con los trastornos neuropsiquiátricos pueden explicarse por la influencia que tiene el parásito sobre la expresión de múltiples neurotransmisores; entre ellos la dopamina. Se realizó una búsqueda en las bases de datos PubMed y SciELO de 2015 a 2023, se seleccionaron artículos originales y de revisión de revistas científicas internacionales, en idiomas inglés y español con el objetivo de describir la relación entre la seroprevalencia de T. gondii y el desarrollo de trastornos mentales en población adulta. Existe relación entre los trastornos mentales en la población adulta con la infección por Toxoplasma gondii y este aumenta la posibilidad de desarrollar esquizofrenia y depresión en individuos sin historial previo, y que podría exacerbar cuadros psiquiátricos previos con dificultad en el tratamiento. Sin embargo, no todos los datos estadísticos establecen una relación directa, algunos estudios demuestran una asociación, ciertos datos son discordantes, lo que abre una puerta para futuras investigaciones.

Seroprevalence of Toxoplasma gondii and its Relationship with Mental Ddisorders in the Adult Population.

Toxoplasma gondii is a parasite that is found in approximately 30 % of the human population. In recent years, it has been shown that latent infection can be a risk factor for the development of mental disorders; particularly schizophrenia, anxiety, bipolar disorders, and conduct disorders. The association with neuropsychiatric disorders can be explained by the influence of the parasite on the expression of multiple neurotransmitters; among them, dopamine has received the most attention. A narrative bibliographic review article was done with the search of original and review articles in international scientific journals, in English and Spanish listing the relationship between the seroprevalence of T. gondii and the development of mental disorders in the adult population. The relationship between mental disorders in the adult population with Toxoplasma gondii infection is present and increases the possibility of developing schizophrenia and depression in individuals with no previous history, including the ability to worsen previous psychiatric conditions, making it difficult for standard management. Not all statistical data establish a direct relationship, some studies show an association and certain data are discordant, which opens a door for future research.


Introducción

El Toxoplasma gondii es un parásito protozoario que se encuentra en aproximadamente 30 % de la población humana, históricamente ha sido un problema en el contexto de toxoplasmosis congénita y enfermedad en pacientes inmunocomprometidosi.

Algunos estudios han demostrado que este parásito produce alteraciones biológicas en el cerebro de los humanosii. Así mismo, se ha evidenciado una asociación directa entre la seropositividad de los pacientes como un factor causal de desarrollo de enfermedades mentalesiii.

La toxoplasmosis latente se ha asociado como un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales; particularmente de la esquizofrenia, la ansiedad, los trastornos bipolares y los trastornos de conductaiv,v. A nivel mundial, la esquizofrenia afecta una de cada 300 personas y disminuye la expectativa de vida de quienes la padecenvi.

La alta tasa de incidencia de toxoplasmosis latente, contribuye a la dificultad para su diagnóstico clínico y tratamiento farmacológico específico, y lo convierte en un problema comunitariovii. Las tasas de seropositividad han venido en incremento en los últimos años, hasta alcanzar un 90 % dependiendo del país o regiónvii,ix. Debido al creciente número de asociaciones entre T. gondii con trastornos mentales, el impacto de este parásito en diferentes investigaciones ha sido subestimado en una gran medida por lo que se necesitan más estudios para poder fortalecer esta asociaciónvi.

Se elaboró un artículo de revisión bibliográfica tipo narrativa para lo cual se realizó una búsqueda de artículos originales y de revisión en revistas científicas, en idiomas inglés y español, en bases de datos como PubMed, SciELO, y sitios de organizaciones internacionales relacionadas con el tema de interés. Los términos de búsqueda utilizados fueron «Latent toxoplasmosis», «Mental disorders», «Seroprevalence of toxoplasmosis», «Cognitive disorders», «Schizophrenia» y «Toxoplasma gondii»; con incorporación de operadores booleanos (AND, OR & NOT). Se citaron artículos originales, metaanálisis y de revisión que fueron publicados entre 2015 y 2023. Mediante este estudio se busca describir la relación entre la seroprevalencia de T. gondii y el desarrollo de trastornos mentales en población adulta.

Discusión

Fisiopatología y efectos de Toxoplasma gondii a nivel cerebral

T. gondii utiliza un mecanismo complicado para ganar acceso al sistema nervioso central (SNC), cuando logra invadirlo, puede afectar a diferentes células cerebrales como los astrocitos y neuronas donde forman quistesx. El mecanismo de invasión al SNC no se ha estudiado de manera amplia y, aún no existe un consenso sobre la forma en que este parásito cruza la barrera hematoencefálicai. Se han explorado distintos mecanismos que utiliza el T. gondii para atravesar la barrera hematoencefálica; uno de los mecanismos más conocidos es la migración transendotelial a través de las integrinas. Es también posible que el parásito ingrese al SNC por su propia cuenta por medio de transcitosis o parasitosisxi. Otro mecanismo que ha sido estudiado in vitro es el mecanismo de caballo de troya que consiste en el transporte del parásito mediante una célula, por ejemplo, un leucocitoxi.

La asociación entre el T. gondii y los trastornos neuropsiquiátricos pueden explicarse en su mayor parte por la influencia que tiene el parásito sobre la expresión de múltiples neurotransmisores. El neurotransmisor dopamina es el que ha recibido más atención, debido a la habilidad que tiene el parásito de sintetizar tirosina hidrolasa, una enzima involucrada en la biosíntesis de dopaminaxii. Los niveles incrementados de dopamina en los quistes del parásito y su alrededor que se genera por múltiples vías es el responsable por los síntomas positivos de esquizofreniaxiii. El T. gondii también altera la expresión de otros neurotransmisores como glutamato, ácido gamma-aminobutírico, serotonina y noradrenalinaxii. Estos efectos sobre los neurotransmisores pueden ser explicados por el enquistamiento de los bradizoítos en células cerebrales especialmente microglías o células neuronales causando alteraciones en la neuroquímica del huésped y la expresión de receptoresi.

La presencia de este parásito en el parénquima cerebral está también relacionada con la secreción de citoquinas proinflamatorias y mediadores de neuronas, astrocitos y microglía. La neuroinflamación persistente también se ha relacionado con alteraciones en la liberación de neurotransmisoresxiv.

Trastornos psiquiátricos asociados a la infección latente con T. gondii

Nessim et al. mencionan que el porcentaje de población asociada a seropositividad a T. gondii y esquizofrenia es de 20,4 %, trastorno bipolar 27,3 % y conductas suicidas de un 0,29 %, dichos porcentajes están sujetos a variaciones por área geográfica debido a los factores de riesgo prevalentes regionalmente. Por ejemplo, los factores de riesgo de toxoplasmosis asociados a enfermedades mentales fueron: en África, la contaminación del agua; y, en la región Europea, las condiciones de cocción de las carnesxv.

Según Lindgren et al. existe una asociación entre la infección por T. gondii y síntomas psicóticos (p = 0,001) a la cabeza alucinaciones predominantemente auditivas; estos eventos aumentan considerablemente el riesgo de sufrir psicosis a futuro a pesar de que sean transitorios. Aunque no se llegue a desarrollar un cuadro diagnosticado según DSM-V de psicosis, estos eventos aislados se asocian inclusive a una peor capacidad funcional y de salud general en la poblaciónxvi.

La relación entre la toxoplasmosis y esquizofrenia ha sido demostrada por Stepanova et al., en un estudio de prevalencia realizado en Rusia, donde existe una incidencia de esquizofrenia de 0,82 %xvii, y que evidenció que los pacientes con enfermedades neuropsiquiátricas de base, presentaron el doble de incidencia de estar infectados por T. gondii (40 %), comparado con el grupo control (25 %) con significancia estadística (p = 0,007). Sin embargo, aún es cuestionable el papel directo del parásito en la etiología. Son pocos los estudios longitudinales que han examinado la relación de causalidad entre el T. gondii y la esquizofreniaxvii.

Contopoulos-Ioannidis et al. evaluó 66 artículos publicados en las últimas dos décadas con 11 540 pacientes con esquizofrenia y 69 491 controles, en lo que se estudió la asociación entre el T. gondii y la esquizofrenia. Aunque hubo una heterogeneidad entre los estudios en cuanto a los tipos de exposición a la toxoplasmosis y los resultados de esquizofrenia, en promedio, el 45 % de los pacientes con esquizofrenia eran seropositivos para Toxoplasma IgG (o IgG/IgM) frente al 30 % del grupo control. La seropositividad de Toxoplasma IgG (o IgG/IgM) aumentó las probabilidades de esquizofrenia en 1,91 vecesxix.

Si bien la esquizofrenia es una enfermedad multicausal, se han determinado factores de riesgo para desarrollarla, entre ellos está la seropositividad a T. gondii (IgG). En un estudio de tipo «umbrella» realizado por Radua et al. en el cual se realizó la recopilación de múltiples revisiones sistemáticas y metanálisis publicados, en este, se encontró evidencia sugestiva clase lll para la seropositividad a T. gondii (IgG)xx.

Los individuos con esquizofrenia que se encuentran con infección por T. gondii, tienden a presentar un empeoramiento considerable, en diversas esferas cognitivas; Guimarães et al. señala que los pacientes con IgG positivo para T. gondii, pueden evolucionar con deficiencias en la cognición social y aprendizaje verbal, e incluso en la memoria visual, a diferencia del aprendizaje cognitivo digital en los que desarrollaron una mejor adherenciaxxi.

Veleva et al. en un estudio de tipo cohorte en que participaron 89 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia se encontró un deterioro mayor en la memoria visual y funciones ejecutivas en pacientes seropositivos, al mismo tiempo la seroprevalencia se asoció con una puntación más alta en la escala Positive and Negative Syndrome Scale que se utiliza para conocer la prevalencia de los síntomas positivos y negativos en esquizofreniaxxii.

Fong et al., en un estudio de tipo cohorte en el que se analizaron diez centros comunitarios incluyendo 250 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia clínicamente estables, encontraron que la infección latente por Toxoplasma gondii está relacionado con un puntaje mayor en la escala Positive and Negative Syndrome Scale, siendo las ideas delirantes y alogia los síntomas más comunes. En este estudio no se encontró una asociación significativa entre la infección latente por T. gondii con la edad, el género, y la edad de inicio de la esquizofreniaxxiii.

Liu et al. presentan los resultados de su investigación donde identificaron que la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión y el trastorno depresivo recurrente se asociaron con la positividad serológica de T. gondii, excepto para el trastorno depresivo disociativo. Así mismo, se encontró una asociación potencial entre la depresión o el trastorno depresivo recurrente y la infección por T. gondii, y se evidenció que la infección afecta la susceptibilidad y la severidad de la depresión en niños, adolescentes y mujeres embarazadasxxiv.

La etiología del trastorno depresivo mayor es de tipo multifactorial, y consiste en factores genéticos y ambientalesxxv. Según el manuscrito de Sapmaz et al. se evidenció una asociación significativa entre la seropositividad de T. gondii y la presencia de depresión clínica (p = 0,046) sumado a ello se encontraron datos que indican que los pacientes que reportaron intentos de suicidio e ideación suicida tenían niveles más altos de anticuerpos que podrían estar asociadosxxvi.

En un estudio realizado por Nasirpour et al. se encontró una mayor prevalencia de anticuerpos contra T. gondii en pacientes con depresión, esto muestra el posible impacto de este parásito en la causa de la depresión y en la intensidad de sus síntomas. Por otra parte, se descubrió que la frecuencia de anticuerpos contra el T. gondii IgG, fue del 59,8 % en los pacientes con depresión y del 56,3 % en los grupos de control, y se determinó que el riesgo de depresión en las personas con pruebas de serología positivas es 1,5 veces más que con respuesta negativaxxvii.

En la actualidad la relación entre la seropositividad del T. gondii y la depresión está relacionada con el sitio geográfico de estudio y las condiciones de este. Lin et al. encontró que tanto la depresión clínica como la ansiedad tienen mayor riesgo de desarrollarse en pacientes infectados. Sin embargo, menciona que existen ciertas diferencias entre los resultados, debido a que la infección puede favorecer la depresión en grados de severidad diferentes a cada individuoxxviii.

Un estudio transversal de casos y controles en el que se incluyeron 384 pacientes mayores de 18 años con diagnóstico de depresión y 400 sujetos sanos se encontró que los pacientes con depresión actual tienen mayor positividad a anticuerpos anti G para T. gondii comparado con los individuos sanos. También se evidenció que los individuos seropositivos con depresión tienen un mayor índice de severidad con un riesgo mayor de sufrir un intento suicida y se ha evidenciado que la seroprevalencia de T. gondii está relacionado con mayores intentos suicidas a comparación con individuos sanosxxix.

Bahceci et al. reclutó a 100 pacientes con diagnósticos de cuadros depresivos con ideaciones suicidas, 100 pacientes con depresión sin ideaciones suicidas y 100 pacientes sanos en quienes evaluó la depresión y el riesgo de suicidio con instrumentos de evaluación como la escala de Hamilton para depresión y escalas para suicidio. Se encontró que la seropositividad para T. gondii en pacientes con depresión con y sin ideaciones suicidas son mayor que en pacientes sanosxxx. Así mismo, Bak et al. en un estudio de casos y control estudió 155 pacientes con intentos suicidas y 135 individuos sanos encontraron anticuerpos IgG para T. gondii en un 13,5 % en el grupo de casos comparado con un 5,9 % en los controles. También, se encontraron valores mayores en la severidad en los casos seropositivos comparado con los controles. Los resultados de este estudio sugieren una relación entre seropositividad y comportamiento suicidaxxxi.

Ha surgido evidencia que el tratamiento contra el T. gondii en pacientes seropositivos con enfermedad psiquiátrica de base, ha mejorado considerablemente la sintomatología del cuadro y ha demostrado una disminución de anticuerpos contra toxoplasma en enfermedades como depresión, trastorno obsesivo compulsivo y esquizofrenia. Así mismo se ha encontrado que ciertos fármacos como el valproato de sodio y antipsicóticos tienen efecto in vitro inhibiendo la replicación del parásito en cultivos celularesxxxii.

Por otra parte, se ha demostrado que los fármacos antipsicóticos tales como el haloperidol, la clorpromazina y el ácido valproico inhiben el crecimiento in vitro del T. gondii, a pesar de esto, Kezai et al. describe que T. gondii podría interferir en la efectividad del tratamiento antipsicótico, los individuos con formas de esquizofrenia resistente a la terapia presentaban mayor prevalencia de anticuerpos anti-toxoplasma, a diferencia del grupo control con formas esquizofrénicas no resistente a farmacoterapia (p= <0,01)xxxiii,xxxiv.

En pacientes con diagnóstico de esquizofrenia y seroprevalencia para toxoplasmosis, los medicamentos antiparasitarios no han demostrado una mejoría clínica en la severidad de los síntomas de esquizofreniaxxxv,xxxvi.

Seroprevalencia de T. gondii y cambios cognitivos

Se ha demostrado la seroprevalencia de T. gondii está asociada a alteraciones en las funciones cognitivas principalmente en pruebas. Esto se identificó a través de un cuestionario denominado «National Health and Nutrition Examination Survey 2013-2014» a un grupo de adultos mayores de 60 años de edad con IgG positivo a T. gondiixxxvii.

De igual manera, en un estudio comunitario en adultos entre 40 y 70 años, se afirmó que la seropositividad de T. gondii se relaciona con peor razonamiento y terminación de patrones, también con tareas numéricas. La función cognitiva afectada fue primordialmente el componente ejecutivo como la toma de decisiones y no la memoria, aunque se realizaron pocas pruebas para evaluación de memoria en esta poblaciónxxxviii.

Haan et al. realizaron un metaanálisis que incluyó 13 estudios con 12 289 individuos sanos, es ellos se observó una asociación entre seropositividad a Toxoplasma gondii y un deterioro en las pruebas cognitivas que afectó la velocidad de procesamiento, la memoria de trabajo y el funcionamiento ejecutivoxxxix.

El papel de T. gondii en el desarrollo de enfermedades neurológicas que afectan la memoria todavía sigue sin ser claro, Mendy et al. analizó la base de datos del Centro para Control de Enfermedades de Estados Unidos en el que participaron 4485 personas mayores de 60 años, en quienes se observó una diferencia significativa de seroprevalencia de T. gondii con afectación de memoria a corto plazo, pero no a largo plazoxl. En contraste, Wyman et al. analizó a 117 adultos mayores sin diagnóstico de demencia sin encontrar evidencia de una asociación significativa entre seropositividad a T. gondii y alteraciones en la memoriaxli.

Otro estudio realizado en ratones de laboratorio, demostró que la infección por T. gondii altera notablemente el comportamiento, disminuye el miedo a los predadores, disminuye la ansiedad; y en consecuencia, produce reacciones inmunes e inflamatorias en el cerebro. En el humano, se han encontrado otro tipo de cambios conductuales tales como el aumento de comportamientos suicidas, agresividad, y mayor riesgo de accidentes de tráficoxlii.

Por otra parte, Zouei et al., en su estudio demuestra que la población infectada por T. gondii tienen alteraciones a nivel hormonal, sin distinción del sexo, con un aumento significativo de los niveles de testosterona (p = 0,02 y p = 0,04 para hombres y mujeres, respectivamente) a diferencia del grupo control que no lo presenta. El aumento de testosterona se ha asociado a cambios conductuales, tales como, comportamientos antisociales, agresividad y conductas dominantes al igual que reacciones inmunosupresorasxliii.

Postolache et al. menciona que en la población infectada por T. gondii con o sin enfermedad mental de base, presenta una tendencia mayor de riesgo de intento de suicidio, desde un 39 % a un 57 % en seropositivos. Así mismo, se ha relacionado la infección por T. gondii con la tendencia a conductas impulsivas durante su vida, esto determina un factor de riesgo en los intentos suicidasxliv.

De igual forma, se ha evidenciado el impacto social que puede llegar a tener la infección por T. gondii en la población, bajo el estudio de Johnson et al. se describió la asociación de la infección con un estado de bajo miedo al fracaso, y con una tendencia mayor a la toma de riesgos en general. Bajo esa premisa, se encontró que la infección puede inclinar hacia actividades específicas y demuestra que el cambio de ciertas conductas puede afectar holísticamente al ser humanoxlv. Aunque no todos los datos estadísticos establecen una relación directa, algunos estudios demuestran una asociación, que constituye un problema de salud importante para futuras investigaciones.

Conclusión

En la población adulta existe una relación entre los trastornos mentales con la infección por Toxoplasma gondii, que aumenta la posibilidad de desarrollar esquizofrenia y depresión en individuos sin historial previo, con un riesgo de exacerbación de cuadros psiquiátricos previos de difícil tratamiento. Los mecanismos fisiopatológicos que respaldan tales afirmaciones son en su mayoría basados en la habilidad que tiene el parásito de producir reacciones bioquímicas a nivel del SNC que incluye el aumento de neurotransmisores como dopamina, glutamato, ácido gamma-Aminobutírico, serotonina y noradrenalina. Estos cambios bioquímicos son los responsables de predisponer a conductas predominantemente impulsivas, agresivas, tendencias suicidas y cambios cognitivos como lo son alteración en la memoria, velocidad cognitiva y funcionamiento ejecutivo.

Agradecimiento

Al Comité de Investigación de la Universidad Dr. José Matías Delgado por el apoyo incondicional en el desarrollo de esta investigación.

Financiamiento

Los autores declaran no tener fuente de financiamiento.

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Citación recomendada: Lemus Buitrago LF, Osegueda Asencio DJ, Fuentes Rodríguez VC. Seroprevalencia de Toxoplasma gondii y su relación con trastornos mentales en adultos. Alerta. 2024;7(1):111-117. DOI: 10.5377/alerta.v7i1.16683

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