Carta al editor

La investigación en las ciencias de la salud

La investigación es una actividad que busca generar nuevos conocimientos, información relevante y fidedigna para entender, verificar o explicar algún fenómeno o problema. Sampieri la define como “conjunto de procesos sistemáticos, críticos y empíricos que se aplican al resultado de un fenómeno o problema”1. La investigación se ha convertido en una herramienta indispensable en las diferentes ramas del conocimiento y diferentes disciplinas. Permite la creación de nuevas tecnologías y el abordaje de diversos problemas que se han presentado a través de la historia. Lo que distingue a la investigación científica de otras formas de indagación acerca de nuestro mundo, es que ésta se guía por el método científico. Hay un modo de hacer las cosas, de plantearse las preguntas y de formular las respuestas, que es característico de la ciencia, que permite al investigador desarrollar su trabajo con orden y racionalidad.

El proceso de investigación cuenta de varias etapas, desde la formulación y definición del problema, culminando en una publicación científica e intervención en el problema de salud investigado. En todas estas etapas se debe considerar la factibilidad y viabilidad de los procesos. El investigador debe tener claro el problema de investigación desde su concepción. Estos aspectos ayudan a delimitar el estudio definiendo las dimensiones y alcances del mismo2.

El método científico consta de diferentes apartados, según el tipo de estudio que se esté realizando. Este debe contemplar la población objeto de estudio, calculando una muestra que garantice la representatividad de los resultados. Los métodos o técnicas que se utilizaran para la obtención de resultados deben ser descritos en la metodología de forma clara. Es importante tomar en cuenta que a pesar que el método científico es un proceso ordenado y sistemático, existen elementos que podrán ir cambiando en la medida se desarrolle la investigación. Pero el método, no es un camino fijo o predeterminado y menos una rutina. El conocimiento científico no se adquiere por un proceso similar al de la producción, de forma mecanizada, sino que se va desarrollando gracias a la libertad de pensamiento, mediante la crítica, el análisis riguroso, la superación de los errores y la discusión. Es aquí donde se vuelve importe la compresión del dinamismo en los procesos de investigación.

La investigación en salud debe realizarse con la priorización de los principales problemas que afectan la salud de la población, principalmente grupos vulnerables y las poblaciones que tienen el mayor número de afectados por algún padecimiento. Para tal efecto es importante conocer los antecedentes del fenómeno a estudiar, los datos e información que se han generado hasta el momento. Todo lo planteado en el estudio debe tener un fundamento teórico, que proporcione una base científica para describir el problema y permita sustentar la investigación.

El uso de las nuevas tecnologías, sistemas de información y comunicación posibilitan oportunidades para acceder y mejorar las formas de producción, organización, difusión y control del conocimiento. En efecto, la producción científica no solo aporta al desarrollo en los sistemas de salud, también contribuye a mejorar el sistema de conocimientos, además de constituir en una importante herramienta para buscar solución a los problemas de salud y mejorar la calidad de vida de la población.

  1. Hernández Sampieri R, Fernández Collado C, Baptista Lucio P. Metodología de la investigación. Sexta edición. México, D.F.: McGraw-Hill Education; 2014. p. 4-14.
  2. Jara, MI. El reto de la investigación y la producción científica en salud. Revista Gerencia y Políticas de Salud. 2012; 11(22). DOI: 10.11144/Javeriana.rgsp11-22.ripc

Citación recomendada: López A. La investigación en las ciencias de la salud. Alerta. 2018;1(1):67-68. DOI: 10.5377/alerta.v1i1.6593

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